La saliva tiene un papel fundamental en nuestra salud oral, es un fluido de reacción alcalina producido por nuestras glándulas salivales y es importante por cumplir diferentes funciones.
Función digestiva: cuando se mezcla con el alimento inicia la digestión facilitando la deglución. Función lubricante: no solo es importante para la digestión, sino también para articular palabras.
Función de cicatrización: ayuda a cicatrizar lesiones de la mucosa más rápidamente.
Función reguladora de pH a un ph neutro: la saliva tiene capacidad tampón que hace que el medio ácido se neutraliza para evitar la desmineralización del esmalte.
Función protectora: cuenta con unas proteínas que producen una acción antibacteriana.
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