Según la Orden 1158/2018, de 7 de noviembre de la Comunidad de Madrid, las clínicas dentales madrileñas tienen la obligación de disponer de un equipo de reanimación cardiopulmonar nivel básico y de un desfibrilador semiautomático.
Además, el personal tendrá que estar formado en técnicas de Soporte Vital Avanzado (SVA) y Reanimación Cardiopulmonar (RCP). La Comunidad de Madrid ha sido la primera de España en regular la instalación de estos equipos en clínicas dentales, sobre todo por el riesgo que conllevan las intervenciones que se realizan con anestesia y que pueden tener efectos secundarios que podrían desembocar en paro cardiaco.
Según el estudio Paro cardíaco y anestesia, elaborado por el doctor Francisco Javier Molina-Méndez, la anestesia puede elevar el riesgo de paro cardíaco de una intervención quirúrgica y situarlo aproximadamente en 1,1 por cada 10.000 casos, mientras que la mortalidad alcanzaría un 0,6 por cada 10.000 personas. B+SAFE ha patentado la solución DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado) que ofrece todas las soluciones integradas en el propio equipo, que permanece conectado y operativo las 24 horas del día.
Fuente: www.maxillaris.com
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